Grifaldo Toledo, Jorge

viernes, 27 de febrero de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Hoy, celebramos la llegada del primer nieto de nuestra querida amiga... bienvenido, pequeño Artái.



La mayoría de vosotros ya estáis al tanto de mi nueva categoría social:
soy abuelita desde hace dos días. Viene muy a propósito esta Nana de
uno de los Grandes del 98, que en esta ocasión abandona su peculiar
estilo áspero y desabrido, para cantarle a su primer nieto con sencillas
y emotivas palabras.

Con vuestro permiso, va dedicada a mi nietito Artái.





La media luna es una cuna
¿y quién la briza?
Y el niño de la media luna,
¿qué sueños riza?

La media luna es una cuna
¿y quién la mece?
Y el niño de la media luna
¿para quién crece?

La media luna es una cuna,
la luna nueva,
y al niño de la media luna,
¿quién me lo lleva?


Miguel de Unamuno (Bilbao, 1864-Salamanca, 1936), A mi primer nieto


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sábado, 21 de febrero de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Para este fin de semana, Piluka comparte un poema que da repaso a la "historia" literaria de la mano de Juaristi...


Aunque la poesía es su principal actividad, este vasco,
de obra bilingüe, ejerce también el periodismo y la crítica
literaria. También es autor de obras en prosa, entre las
que destaca la literatura infantil. Posee varios premios
de poesía en euskera. 



Sócrates y Séneca se suicidaron por fuerza mayor.
Nunca eludieron la muerte ni la vida.
Por vivir murieron y volvieron a otra vida.
Dante jamás volvió a Florencia,
murió lejos del paraíso.
El destierro es un infierno.
A Oscar Wilde lo tuvieron en Reading.
Dicen que fabricaba mariposas de papel.
Una vez nevó y volaron las mariposas,
los dedos se volvieron blancos y ligeros.
A Baudelaire no lo entendieron los críticos.
Creyeron que las flores del mal
eran un regalo de los demonios a sus amantes
encarnadas en gentiles damas de la patria.
Verlaine disparó contra Rimbaud y lo hirió.
Pasó dos años en la cárcel,
desde entonces ni la poesía ni nosotros
somos lo que éramos.
Pushkin murió en un duelo,
pero su obra superó todas las pruebas.
Valle perdió la mano en un duelo también,
quiso quizá sólo ser Cervantes.
Amaba a las damas cristianas, pálidas y calladas.
En la ciudad no le han perdonado a Baroja
que los llamara tenderos.
Jamás habrá retrato de don Pío
en los Grandes Almacenes.
Una bomba carlista mató a Bilintx,
pero en las escuelas se omite el dato.
El cura Santa Cruz murió en Colombia,
arrepentido de sus acciones, tal vez.
Plácido Múgica encontró bajo un árbol
un trozo de revista que el otro
había dejado, después de usarlo, claro.
A Nerval lo colgaron de una verja,
tuvo menos suerte que Villon.
No supo su culo lo que pesaba su cabeza.
Virginia Wolf, Pizarnyk, Jean Rhys se suicidaron.
Vallejo murió de hambre en París,
con aguacero y soledad de acero.
Mandlstham murió de nieve.
Babel fue fusilado en un muro de la Lubianka.
Byron se acostó con su hermana.
Celan se tiró desde el puente de Mirabeau,
Vienne la nuit, sonne l´heure.
Althusser arrojó a su mujer por la ventana,
y cayó el muro de Berlín.
Poulantzas un buen día cogió sus libros
y se deslizó debajo de un camión.
La filosofía salió viva del intento,
pero gravemente lesionada.
La muerte de la carne no coincide
con la muerte de las palabras.


Felipe Juaristi (Azkoitia, 1957), Historia




Sokratesek eta Senekak beren buruez beste, edo besta,
egin zuten, halabeharrean.
Ez zioten heriotzari muzin egin, ezta bizitzari ere,
bizi izanagatik hil ziren eta bizitzara itzuli.
Dante ez zen sekula itzuli Florentziara.
Paradisutik kanpo hil zen.
Deserria infernua da.
Oscar Wilde Readingen izan zuten preso.
Diotenez, paperezko tximeletak egiten zituen.
Behin elurra egin eta tximeletak joan egin ziren
eta haren hatzak are zuriago bihurtu.
Baudelaireri ez zioten kritikoek ulertu.
Gaitzaren loreak haien iritzian
demonioek beren maitaleei, aberriko dama jentilei,
egindako opariak ziren.
Verlainek tiro egin zion Rimbaudi eta zauritu.
Bi urte eman zituen kartzelan.
Ez poesia ez gu ez gara berdinak orduz geroztik.
Pushkin dueloan hil zuten,
haren obrak, ordea, denboraren lehia irabazi du.
Vallek eskua galdu zuen dueloan,
beharbada Cervantes zeraman buruan.
Dama kristauak, zuriak eta isilak maite zituen.
Barojari ez diote barkatu hirian
bertakoei dendari fama jartzea.
Ez da don Pioren argazkirik izango
Almazen Handietan.
Bilintx karlisten lehergailu batek hil zuen,
baina eskolan isildu egiten dute datu hori.
Santa Cruz apaiza Kolonbian hil zen,
egindakoaz damu, agian.
Plazido Mujikak zuhaitz baten azpian aurkitu zuen
besteak utzitako Argia aldizkariaren puska,
erabili ondoren, noski.
Nerval burdin hesi batetik zintzilik utzi zuten.
Villonek baino zorte kaskarragoa izan zuen.
Haren ipurdiak ez zuen jakin haren buruaren neurria.
Virginia Woolf, Pizarnyk, Jean Rhys
beren buruekin ezin eta hil egin ziren.
Vallejo Parisen goseak hil zen,
Langar egun batean, bakardade erdian.
Mandestham goseak eraman zuen.
Babel Lubiankako hormaren kontra jo zuten tiroz.
Byron bere ahizparekin zen oheratzen.
Celanek bere burua bota zuen Mirabeautik behera,
Vienne la nuit , sonne l´heure.
Althusserrek bere emaztea bota zuen leihotik behera
eta Berlingo harresia erori zen.
Poulantzasek bere liburuak hartu eta
Kamioi baten azpira joan zen.
Bizirik geratu zen filosofia, baina zauriz beterik.
Beti ez dira batera hiltzen haragia eta hitzak.



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domingo, 15 de febrero de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Un poquito tarde, pero aquí os traigo el último poema de viernes enviado por Piluka. En esta ocasión nos deleitamos con un gran poema de Ezra Pound.


Poeta, ensayista, músico y crítico perteneciente a la Lost Generation (Generación perdida),
que reivindicaba la poesía antigua y su plasmación en una  concepción moderna y conceptual.
Acusado de antisemitismo, tras la guerra fue juzgado en EEUU por traición al defender el Eje
desde la radio y la prensa. Gracias a grandes figuras del mundo cultural, lo declararon loco
(así se le salvaba de la pena de muerte). Permaneció recluido doce años. Debido a sus opiniones
políticas, se le relegó en la segunda mitad del siglo XX, pero el papel que desempeñó en la
revolución poética de su tiempo fue primordial.
El Arte siempre estará por encima de la política.  



“Yo soy tu alma, Nikoptis. He velado
Estos cinco milenios y tus ojos muertos
No se movieron ni nunca han respondido a mi deseo,
Y tus miembros ligeros, que atravesé en llamas,
No han ardido conmigo ni con azafranada cosa alguna.
Mira, la hierba leve se levantó para hacer tu almohada
Y te besó con una miríada de lenguas vegetales;
Mas tú no me besaste.
De tanto leerlo gasté el oro de la pared
Y fatigué mi pensamiento en los signos.
Y no hay nada nuevo en este sitio.
He sido amable. Mira, he dejado los cántaros sellados
Por si despertabas y murmurabas por tu vino.
Y he mantenido suaves las túnicas sobre tu cuerpo.
¡Oh despreocupado! ¡Cómo podría olvidar!
—Hasta el río hace tanto tiempo,
¿El río? Eras menos que joven
Y tres almas vinieron sobre Ti.

Y yo vine.
Y volé sobre ti, las hice huir;
He sido íntima contigo, te he conocido.
¿Acaso no he tocado tus palmas y las puntas de tus dedos?
¿Acaso no me he deslizado a través tuyo hasta los talones?
¿Cómo entré? ¿Acaso no soy yo tú y Tú?
Y ningún sol viene a socorrerme en este lugar
Y estoy desgarrada contra la oscuridad tenebrosa;
Y ninguna luz me golpea y no dices
Palabra, día tras día.
¡Oh! podría salir, a pesar de las marcas
Y toda su hábil labor sobre la puerta,
Salir a través de los campos de verde cristal…
Mas hay quietud aquí.
No me voy.”

Ezra Pound (Idaho, EE.UU, 1885-Venecia, Italia, 1972), La tumba de Akr Çaar




“I am thy soul, Nikoptis. I have watched
These five millennia, and thy dead eyes
Moved not, nor ever answer my desire,
And thy light limbs, wherethrough I leapt aflame,
Burn not with me nor any saffron thing.
See, the light grass sprang up to pillow thee,
And kissed thee with a myriad grassy tongues;
But not thou me.
I have read out the gold upon the wall,
And wearied out my thought upon the signs.
And there is no new thing in all this place.
I have been kind. See, I have left the jars sealed,
Lest thou shouldst wake and whimper for thy wine.
And all thy robes I have kept smooth on thee.
O thou unmindful !How should I forget!
—Even the river many days ago,
The river? thou wast over young.
And three souls came upon Thee-
And I came.
And I flowed in upon thee, beat them off;
1 have been intimate with thee, known thy ways.
Have I not touched thy palms and finger-tips,
Flowed in, and through thee and about thy heels?
How ‘came I in’? Was I not thee and Thee?
And no sun comes to rest me in this place,
And I am torn against the jagged dark,
And no light beats upon me, and you say
No word, day after day.
Oh! I could get me out, despite the marks
And all their crafty work upon the door,
Out through the glass-green fields. . . .
Yet it is quiet here:
I do not go.”



Ezra Pound (Idaho, EE.UU, 1885-Venecia, Italia, 1972), The Tomb At Akr Çaar


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viernes, 6 de febrero de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Retomando los poemas de viernes que nos envía Piluka, aquí va un poema atrevido, satírico y divertido...


Los trovadores catalano-provenzales, además de sus sentidas canciones amorosas,

practicaban el Sirventés, poema de invectivas, contenido maldiciente y temática
las más veces soez, pero muy divertida.  
Frente a la leyenda negra de los "oscurantismos medievales", hay que constatar
que un texto como éste hoy no se atrevería a publicarlo ningún periódico.
Venga, valientes: primero, intentadlo en catalán del siglo trece; luego, la
traducción.



Guilhem de Berguedà
(Çerdanya, 1130?-Urgell, 1196)


Mal fet va fer el Bisbe d'Urgell,
en dar-me l'excomunió,
mentint i sense emprar el segell
de l'arquebisbe preceptor,

i és que segueix únicament
la llei del boig i el dat pel cul;
per culpa meva, m'ha dit gent,
va perdre tres cavalls i un mul.






Mala cosa hizo el Obispo de Urgell,
al darme la excomunión,
mintiendo y sin usar el sello
del arzobispo preceptor,

y es que sigue únicamente
la ley del loco y el dar por culo;
por culpa mía, me ha dicho la gente,
que perdió tres caballos y un mulo.


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jueves, 5 de febrero de 2015

Luar (Luz de luna, a través de Mª Pilar Couceiro)

Una nueva luna llena asoma por lontananza en este febrero gélido para iluminar con un nuevo cuento esta noche mágica de plenilunio...




EL ÁRBOL DEL ORGULLO

Gilbert Keith Chesterton
(Londres, 1874-Beaconsfield, 1936)

Si bajan a la Costa de Berbería, donde se estrecha la última cuña de los bosques entre el desierto y el gran mar sin mareas, oirán una extraña leyenda sobre un santo de los siglos oscuros. Ahí, en el límite crepuscular del continente oscuro, perduran los siglos oscuros. Sólo una vez he visitado esa costa; y aunque está enfrente de la tranquila ciudad italiana donde he vivido muchos años, la insensatez y la trasmigración de la leyenda casi no me asombraron, ante la selva en que retumbaban los leones y el oscuro desierto rojo. Dicen que el ermitaño Securis, viviendo entre árboles, llegó a quererlos como a amigos; pues, aunque eran grandes gigantes de muchos brazos, eran los seres más inocentes y mansos; no devoraban como devoran los leones; abrían los brazos a las aves. Rogó que los soltaran de tiempo en tiempo para que anduvieran como las otras criaturas. Los árboles caminaron con las plegarias de Securis, como antes con el canto de Orfeo. Los hombres del desierto se espantaban viendo a lo lejos el paseo del monje y de su arboleda, como un maestro y sus alumnos. Los árboles tenían esa libertad bajo una estricta disciplina; debían regresar cuando sonara la campana del ermitaño y no imitar de los animales sino el movimiento, no la voracidad ni la destrucción. Pero uno de los árboles oyó una voz que no era la del monje; en la verde penumbra calurosa de una tarde, algo se había posado y le hablaba, algo que tenía la forma de un pájaro y que otra vez, en otra soledad, tuvo la forma de una serpiente. La voz acabó por apagar el susurro de las hojas, y el árbol sintió un vasto deseo de apresar a los pájaros inocentes y de hacerlos pedazos. Al fin, el tentador lo cubrió con los pájaros del orgullo, con la pompa estelar de los pavos reales. El espíritu de la bestia venció al espíritu del árbol, y éste desgarró y consumió a los pájaros azules, y regresó después a la tranquila tribu de los árboles. Pero dicen que cuando vino la primavera todos los árboles dieron hojas, salvo éste que dio plumas que eran estrelladas y azules. Y por esa monstruosa asimilación, el pecado se reveló.