Grifaldo Toledo, Jorge

viernes, 25 de octubre de 2013

Poema de Viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Y la lluvia arrecia limpiando los vahos turbios que afloran desde las profundidades del Hades. Gea se prepara para el barbecho del invierno esperando un nuevo día en el que sus hijos florezcan...




Hoy estamos ante uno de los mayores exponentes del renacimiento de la lengua griega moderna,
considerado entre los grandes del siglo XX. Como tantas veces ocurre, su gran difusión se produjo
tras su muerte, ya que apenas publicó en vida. Su influjo se deja sentir en la poesía de la experiencia
(en España, Jaime Gil de Biedma). Kavafis, como en el pensamiento griego antiguo, incide en el concepto
de que la historia es cíclica.



Son los esfuerzos nuestros, de los desventurados,
son los esfuerzos nuestros igual que los troyanos.
Un poco conseguimos; luego nos reponemos
otro poco; y empezamos
a mantener audacia y buenas esperanzas.

Pero siempre algo surge y nos detiene.
Aquiles en el foso enfrente de nosotros
sale y con grandes voces nos espanta.

Son los esfuerzos nuestros igual que los troyanos.
Creemos que con ánimo y con intrepidez
podríamos cambiar el rencor de la suerte,
y nos quedamos fuera para seguir luchando.

Mas cuando sobreviene la gran crisis,
nuestro arrojo y valor desaparecen;
se turba nuestra alma, se entorpece;
y en torno de los muros escapamos
buscando protegernos con la fuga.

P
ero nuestra caída es cierta. Arriba,
sobre la alta muralla, comenzó ya el lamento.
Sollozan sentimientos, recuerdos de otros días
mientras Príamo y Hécuba tristemente nos lloran.

Konstantinos Kavafis (Alejandría, Egipto, 1863-1933), Troyanos



Είν’ η προσπάθειές μας, των συφοριασμένων·
είν’ η προσπάθειές μας σαν των Τρώων.
Κομμάτι κατορθώνουμε· κομμάτι
παίρνουμ’ επάνω μας· κι αρχίζουμε
νάχουμε θάρρος και καλές ελπίδες.

Μα πάντα κάτι βγαίνει και μας σταματά.
Ο 
A
χιλλεύς στην τάφρον εμπροστά μας
βγαίνει και με φωνές μεγάλες μάς τρομάζει.—

Είν’ η προσπάθειές μας σαν των Τρώων.
Θαρρούμε πως με απόφασι και τόλμη
θ’ αλλάξουμε της τύχης την καταφορά,
κ’ έξω στεκόμεθα ν’ αγωνισθούμε.
A
λλ’ όταν η μεγάλη κρίσις έλθει,
η τόλμη κι η απόφασίς μας χάνονται·
ταράττεται η ψυχή μας, παραλύει·
κι ολόγυρα απ’ τα τείχη τρέχουμε
ζητώντας να γλυτώσουμε με την φυγή.

Όμως η πτώσις μας είναι βεβαία. Επάνω,
στα τείχη, άρχισεν ήδη ο θρήνος.
Των ημερών μας αναμνήσεις κλαιν κ’ αισθήματα.
Πικρά για μας ο Πρίαμος κ’ η Εκάβη κλαίνε.



Κωνσταντίνος Πέτρου Καβάφης, Τρώες



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sábado, 19 de octubre de 2013

Cuentos de la Luna LLena (a través de Mª Pilar Couceiro)

Plenilunio y con nubes grises en el cielo... la lucha de la luna por asomar entre ellas se asemeja la de una bella odalisca apartando cortina tras cortina de suave gasa buscando la ansiada libertad...




La mano

Ramón Gómez de la Serna
(Madrid. 1888-Buenos Aires, 1963)


El doctor Alejo murió asesinado. Indudablemente murió estrangulado. Nadie había entrado en la casa, absolutamente nadie, y aunque el doctor dormía con el balcón abierto, por higiene, era tan alto su piso que no era de suponer que por allí hubiese entrado el asesino. La policía no encontraba la pista de aquel crimen, y ya iba a abandonar el asunto, cuando la esposa y la criada del muerto acudieron despavoridas a la Jefatura. Saltando de lo alto de un armario había caído sobre la mesa, las había mirado, las había visto, y después había huido por la habitación, una mano solitaria y viva como una araña. Allí la habían dejado encerrada con llave en el cuarto.

Llena de terror, acudió la policía y el juez. Era su deber. Trabajo les costó cazar la mano, pero la cazaron y todos le agarraron un dedo, porque era vigorosa como si en ella radicase junta toda la fuerza de un hombre fuerte. ¿Qué hacer con ella? ¿Qué luz iba a arrojar sobre el suceso? ¿Cómo sentenciarla? ¿De quién era aquella mano? Después de una larga pausa, al juez se le ocurrió darle una pluma para que declarase por escrito.

La mano entonces escribió: «Soy la mano de Ramiro Ruiz, asesinado vilmente por el doctor en el hospital y destrozado con ensañamiento en la sala de disección. He hecho justicia».

viernes, 18 de octubre de 2013

Poema de Viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Y ya hemos pasado el ecuador de este mes otoñal... y las hojas se van volviendo más y más doradas mientras la luz del sol se acuesta cada vez más temprano...




Este poeta, dramaturgo y novelista está considerado como el fundador
de la moderna literatura rusa. Pertenece a un momento en el que los jóvenes
estudiantes rusos comenzaban a replantearse los viejos esquemas sociales.
Eran los llamados decembristas o pléyade decembrista, un grupo de poetas
románticos surgidos a la sombra de la sublevación del 14 de diciembre de 
1825, lo que supuso una serie de avatares como el destierro.


¿Escuchasteis la voz nocturna junto al soto 
del cantor del amor, del cantor de su pena?
en la hora matutina, cuando callan los campos
y el son triste y sencillo de la zampoña suena,
¿no la habéis escuchado?

¿Hallasteis en la yerma oscuridad boscosa
al cantor del amor, al cantor de su pena?
¿Notasteis su sonrisa, la huella de su llanto,
su apacible mirada, de evocaciones llena?
¿No la habéis encontrado?

¿Suspirasteis atentos a la voz apacible
del cantor del amor, del cantor de su pena?
Cuando visteis al joven en medio de los bosques,
al cruzar su mirada sin brillo con la vuestra,
¿no la habéis suspirado?


Alexander Serguéyevich Pushkin (Moscú, 1799-San Petersburgo, 1837), El Cantor



Слыхали ль вы за рощей глас ночной
Певца любви, певца своей печали?
Когда поля в час утренний молчали,
Свирели звук унылый и простой
Слыхали ль вы?

Встречали ль вы в пустынной тьме лесной
Певца любви, певца своей печали?
Следы ли слез, улыбку ль замечали,
Иль тихий взор, исполненный тоской,
Встречали вы?

Вздохнули ль вы, внимая тихий глас
Певца любви, певца своей печали?
Когда в лесах вы юношу видали,
Встречая взор его потухших глаз,
Вздохнули ль вы?


Александр Сергеевич Пушкин, «Певец» 



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viernes, 11 de octubre de 2013

Poema de Viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Este viernes es día de recordar el reciente fallecimiento de Juan Luis Panero con la lectura de uno de sus poemas... inmenso y profundo dedicado a Cesare Pavese...





Juan Luis Panero, recién fallecido, fue hijo y hermano de poetas,
y esta vinculación familiar es pertinente. Recomiendo a mis
destinatarios, sobre todo a los más jóvenes, la película sobre
la familia Panero El desencanto (1975), dirigida por Jaime Chávarri
y protagonizada por los auténticos madre y hermanos.
Este poema de hoy lo escribió Juan Luis a propósito del suicidio
del poeta italiano Cesare Pavese.   




Solo bajó del tren,
atravesó solo la ciudad desierta,
solo entró en el hotel vacío,
abrió su solitaria habitación
y escuchó con asombro el silencio.
Dicen que descolgó el teléfono
para llamar a alguien,
pero es falso, completamente falso.
No había nadie a quien llamar,
nadie vivía en la ciudad, nadie en el mundo.
Bebió el vaso, las pequeñas pastillas,
y esperó la llegada del sueño.
Con cierto miedo a su valor
-por vez primera había afirmado su existencia-
tal vez curioso, con cansado gesto,
sintió el peso de sus párpados caer.
Horas después -una extraña sonrisa dibujaba sus labios-
se anunció a sí mismo, tercamente,
la única certidumbre que al fin había adquirido:
jamás volvería a dormir solo en un cuarto de hotel.



Juan Luis Panero (Madrid, 1942-Torroella de Montgrí -Girona-, 2013), A la mañana siguiente Cesare Pavese no pidió el desayuno 


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viernes, 4 de octubre de 2013

Poema de Viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Entre tormenta y tormenta de este viernes refrescante decidido a limpiar las almas de los pesasoros, encontraremos un pequeño refugio donde leer este bello y duro poema de Eich... disfrutadlo.



Theodor Adorno pronunció la estremecedora sentencia: "Escribir poesía después
de Auschwitz es un acto de barbarie".
Algo similar podría pensarse desde los mismísimos orígenes del Canto Épico,
pero la poesía demuestra, a través de los siglos, que sobrevive, posiblemente
por esa intrínseca necesidad de belleza que poseen todas las generaciones.
Günter Eich fue hecho prisionero en la Segunda Guerra Mundial pero sobrevivió
para fundar en 1947, junto a otros autores y críticos alemanes, el Grupo 47, que tenía
por objetivo revitalizar la literatura alemana de posguerra.



¿Quién quiere vivir sin el regalo de los árboles?
aunque sus ramas mueran lentamente,
melocotones segados, ciruelas desteñidas,
mientras bajo la arcada cruje el tiempo.

Al vuelo de las aves encomiendo mi desesperación
pues concede con sosiego su parte de eternidad,
sus caminos.
Se muestra en el follaje como una fuerza oscura,
el batir de colores de alas y de frutas.

Seamos pacientes.
Pronto la fuente-pájaro nos será revelada,
debajo de la lengua gustamos la moneda.


Günter Eich (Brandenburgo, 1907 - Salzburgo, 1972), Embajadas de la lluvia



Wer möchte leben ohne den Trost der Bäume!
Wie gut, dass sie am Sterben teilhaben!
Die Pfirsiche sind geerntet, die Pflaumen färben sich,
während unter dem Brückenbogen die Zeit rauscht.

Dem Vogelzug vertraue ich meine Verzweiflung an.
Er misst seinen Teil von Ewigkeit gelassen ab.
Seine Strecken
werden sichtbar im Blattwerk als dunkler Zwang,
die Bewegung der Flügel färbt die Früchte.

Es heißt Geduld haben.
Bald wird die Vogelschrift entsiegelt,
unter der Zunge ist der Pfennig zu schmecken.
 




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