Grifaldo Toledo, Jorge

jueves, 31 de diciembre de 2015

TEMPUS FUGIT

Este poema terminado a las puertas del fin de año
va dedicado a todos aquéllos que saben
que lo importante no es cumplir años, sino el camino recorrido...
a todos lo que están reflejados y a todos lo que no están pero saben que lo son...
y en especial para Such, pues su cumpleaños coincidió con el nacimiento de ese poema...



Envejecer con estilo
no es sino saber aceptar tu pasado
aquel beso que no diste
el tour al desierto de una ausencia
los silencios cobardes que envenenan
o las rupturas que desgajan las entrañas

… todo eso y más…

la belleza de los días a su lado
conspiraciones alumbradas entre risas
aquella noche en el Monte de las Ánimas
o unos versos mal rimados al oído

Pero,
ante todo,
es comprender
que lo que importa es fiel a uno mismo

El resto
                el amor, la familia, los amigos
es arcilla entre los dedos porosos
con la que moldear un mundo habitable en los sueños
maleable, cambiante, único…

Porque envejecer con estilo
es sólo eso:
ser tú
ser yo
ser los otros

jueves, 24 de diciembre de 2015

Luar (Luz de luna, a través de Mª Pilar Couceiro)

Última luna llena de diciembre -la más especial, tal vez- en la que la magia de las ilusiones se cuela por las ventanas a través de su luz plateada...


La "Luna Llena" de diciembre, última del año, recibe el nombre de "Fría Luna Llena",
debido a que las noches de este mes están en su etapa más larga y oscura.
Esta Navidad el plenilunio (Luar) coincide con el 25 de diciembre, lo que
no ocurría desde 1977 y que no se repetirá hasta la Navidad de 2034.



Lo que lleva el Rey Gaspar

José Martínez Ruiz (Azorín)
(1873-1967)


Los tres reyes han salido de sus palacios. Los tres son viejecitos. El rey Melchor es alto, con una barba blanca, con sus ojos azules, con sus anteojos de oro. El rey Baltasar es bajo, un tantico encorvado, con un bigote largo y una perilla más larga todavía. El rey Gaspar no usa nada en la cara; va afeitado, pulcro, correcto, pero su nariz cae un poco en gancho sobre la boca, y en la comisura de sus labios hay algo como una sonrisa equívoca, inquietante, como una ironía vaga, desconsoladora. Yo os digo desde este instante, pequeños amigos míos, que no perdáis de vista a este viejecito...

Los tres reyes van caminando durante la noche por un camino largo; las estrellas brillan, serenas, rutilantes, en la bóveda negra; abajo, en la tierra, tal vez en la lejanía remota, se oye un grito perdido o se ve el resplandor incierto de una lucecita. Esta lucecita indica una ciudad. Los reyes han llegado ya a esta ciudad. Ya van a detenerse ante las casas; ya van a meter las manos en sus grandes arcaces; ya van a dejar en los balcones sus dádivas ansiadas. Pero los tres se detienen un momento antes de penetrar en la ciudad. Antes ya lo habréis oído contar, estos reyes eran muy ricos y les ponían regalos a todos los niños de todas las casas, de todas las ciudades; pero el tiempo ha corrido mucho; las circunstancias han cambiado mucho para los reyes, y estos tres excelentes monarcas, a fuerza de prodigar sus dones, han venido a ver grandemente mermado su caudal. Quiero deciros que Gaspar, que Baltasar y que Melchor se ven todos los años en el terrible compromiso de no dejar sus recuerdos preciosos si no a tales o cuales niños que el azar les designa.

Los tres reyes se han detenido a las puertas de la ciudad. Melchor, el de la barba blanca y los ojos azules -no creáis a quien os lo pinta con la tez negra-, tiene delante de sí una gran arca, que él ha abierto para inspeccionar qué es lo que queda en ella. Baltasar, el de la perilla y el bigote -reíros de los que os lo representan de otro modo-, tiene también su arca, y en ella, con el mismo fin, ha hecho su recuento. Gaspar, pequeños amigos míos, no tiene arca, no tiene equipaje, no tiene ningún camello, ni caballo, ni asno en que llevar lo que ha de regalar a los niños, pero tiene una nariz un poco encorvada y unos labios que expresan una ironía suave, vaga, inquietadora.

Los tres reyes han hecho ya su arqueo y se disponen a entrar en la ciudad. Como van siendo ya pobres, ellos no llenan las cestas que hay en todos los balcones, si no que, según la comodidad o el capricho, dejan sus mercedes y regalos en unos -que son pocos- y pasan de largo ante otros -que son muchos-.

He de deciros que, para que sean más los niños favorecidos, los tres reyes han convenido, no en donar los tres sus regalos a todos los niños elegidos, si no en que cada uno haga su donación a cada niño. Y así, de tarde en tarde, Melchor se para delante de una casa y abre su arcón; luego deja en la ventana su dádiva. Lo que este rey de la barba blanca regala se llama: Inteligencia. Al cabo de un largo rato, Baltasar se detiene ante otra casa y mete la mano en su tesoro; después pone su dádiva en la ventana. Lo que este rey del bigote y de la perilla dona tiene por nombre: Bondad.

Y sólo este histórico rey Gaspar, este rey de la nariz picuda y de los labios apretados, sólo este rey pasa, y pasa, y pasa ante los balcones y no se detiene si no ante uno, o dos, o tres de cada ciudad. Y ¿qué es lo que hace entonces el rey Gaspar? ¿Qué es lo que regala este rey?. ¿Por qué es tan sórdido, tan avaro, tan riguroso en sus regalos? Todo el tesoro de este rey está en una diminuta caja de plata que él lleva en uno de los bolsillos de su levita -no olvidad que los reyes usan ahora levita-. Cuando Gaspar se detiene ante un balcón, allá, muy de tarde en tarde, él echa mano de su pequeña caja, la abre con cuidado y pone su donativo en el balcón. No es nada lo que ha puesto; es una cosa insignificante; es como humo que se disipa al menor viento; pero este niño favorecido con tal regalo gozará de él durante toda su vida y no se separarán de él ni la felicidad ni la alegría.


El rey Gaspar ha depositado ya su regalo. Sus ojos verdes -no os he dicho antes que eran verdes- brillan fosforescentes; su nariz parece que baja más sobre la boca, y en los labios se dibuja con más profundidad su ironía vaga. Acercaos, pequeños amigos míos; yo os quiero decir lo que el rey Gaspar lleva en su caja. Sobre la tapa, con letras diminutas, pone: Ilusiones.

viernes, 18 de diciembre de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Este viernes, Piluka nos regala los sentidos con uno de sus poemas...


Estrella Buenas fiestas a todos y un abrazo. Estrella
 


Fotografía de Hugo Vélez Isaza


La Navidad inversa IV
(París, 2015)


La Navidad arrastra lastres de hierro y polvo.
Un tejido de espacios sórdidos, enlutados,
planea sobre el Tiempo
como un jinete rojo, como un caballo negro
que atraviesan el viento del misterio.
Un alarido cósmico se entreteje en los sueños,
avanzándonos ciego, anestesiado,
jugando con nosotros
el mismo juego cruel de la primera infancia.

Las acciones no avanzan
porque fluyen parejas con la Muerte,
porque la trayectoria de la duda,
-que tan sólo quería ser un beso-
se va desintegrando en hologramas
para volver a unirse al otro lado
de la idea inestable que destruye los mitos.
Dios, la Muerte, la Historia, se quedan congelados
en el punto más alto de la ficción experta,
fundidos en la mística,
cuando el sedante soliloquio interno
se desgrana en acústicas.

¿A dónde caminaban los Ángeles de esparto?
¿Dónde estaban los dioses Primordiales?
¿Dónde el Dios que proclama su victoria
desde la Unicidad?
¿Desde qué plataformas desgranaba
sus estoicismos la Filosofía?

Todo se va quedando en las hipótesis
de un paso sin camino.
La canción de los días se resiste en la niebla.


 María del Pilar Couceiro


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viernes, 11 de diciembre de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Con algo más de un mes de retraso desde que Piluka lo envió, comparto este poema como homenaje a Carlos Bousoño...


Acaba de dejarnos este asturiano, poeta, crítico y ensayista,
Premio Nacional de Literatura en 1977. Su labor docente,
por la que era muy estimado, se desarrolló entre los Estados
Unidos y la Universidad Complutense.
El hábil uso de la reiteración léxica se puede apreciar en este
poema, que hoy glosa su memoria.


"Piedras en el camino", de Camilo Sabogal

Irás acaso por aquel camino en el chirriante atardecer
de cigarras, cuando el calor inmóvil te impide, como un bloque, respirar.
E irás con la fatiga y el recuerdo de ti, un día y otro día,
subiendo a la montaña por el mismo sendero,
gastando los pesados zapatos contra las piedras del camino,
un día y otro día gastando contra las piedras la esperanza, el dolor,
gastando la desolación, día a día,
la infidelidad de la persona que te supo, sin embargo, querer
(gastándola contra las piedras del camino), que te supo adorar,
gastando su recuerdo y el recuerdo de su encendido amor,
gastándolo
hasta que no quede nada,
hasta que ya no quede nada
de aquel delgado susurro, de aquel silbido,
de aquel insinuado lamento;
gastándolo hasta que se apague el murmullo del agua en el sueño,
el agitarse suave de unas rosas, el erguirse de un tallo
más allá de la vida,
hasta que ya no quede nada y se borre la pisada en la arena,
se borre lentamente la pisada que se aleja para siempre en la arena,
el sonido del viento, el gemido incesante del amor, el jadeo del amor,
el aullido en la noche
de su encendido amor y el tuyo
(en la noche cerrada
de su abrasado amor),
de su amor abrasado que incendiaba las sábanas, la alcoba, la bodega,
entre las llamas ibas abrasándote todo hacia el quemado atardecer,
flotabas entre llamas sin saberlo hacia el ocaso mismo de tu quemada vida.
Y ahora gastas los pies contra las piedras del camino
despacio, como si no te importara demasiado el sendero,
demasiado el arbusto, la encina, el jaramago,
la llanura infinita, la inmovilidad de la tarde
infinita, allá abajo, en el valle de piedra
que se extiende despacio, esperando despacio
que se gasten tus pies, día a día,
contra las piedras del camino.


Carlos Bousoño (Boal, 1923-Madrid, 2015)


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sábado, 5 de diciembre de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

En este fin de semana podemos disfrutar de un soneto renacentista francés lleno de fuerza y musicalidad.


Este autor, junto con Ronsard, formaron el grupo poético
conocido como La Pléyade, que reunió a siete poetas
renacentistas cuyos objetivos eran, entre otros, renovar
la lengua francesa y recuperar a los clásicos. El poema de
hoy pertenece a la colección Las antigüedades de Roma.



Pálidos espíritus, y vosotras, sombras de ceniza,
que al retozar con el albor del día
recuperasteis esta altiva estancia,
cuyas reliquias vemos entre sombras:
Decid, espíritus (también las tenebrosas
riberas del Estigia, de imposible retorno,
enlazándoos tres veces, en una triple vuelta,
encerrando figuras tenebrosas)
Decidme pues (que alguno de vosotros
posiblemente aún vive aquí debajo):
¿No sentís aumentar vuestro castigo
si desde las colinas de esta Roma
contempláis cómo aquello que erigisteis
no es más que una planicie polvorienta?


Joachim du Bellay (Tumelière, 1522-París, 1560), Pálidos espíritus

Giovanni Paolo Pannini


Pâles esprits, et vous ombres poudreuses,
Qui jouissant de la clarté du jour
Fîtes sortir cet orgueilleux séjour,
Dont nous voyons les reliques cendreuses:
Dites, esprits (ainsi les ténébreuses
Rives de Styx non passable au retour,
Vous enlaçant d'un trois fois triple tour,
N'enferment point vos images ombreuses),

Dites-moi donc (car quelqu'une devous
Possible encor se cache ici dessous)
Ne sentez-vous augmenter votre peine,

Quand quelquefois de ces coteaux romains
Vous contemplez l'ouvrage de vos mains
N'être plus rien qu'une poudreuseplaine?


Joachim du Bellay (Tumelière, 1522-París, 1560), Pâles esprits


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viernes, 27 de noviembre de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)



Un nuevo viernes para disfrutar de uno de los poemas que envía Piluka... esta vez viajamos al s. XIII para descubrir a Hadewijck de Amberes...


Esta mística flamenca (que  escribió en neerlandés medio, cuya dificultad impide
que hoy incluya el original) vivió en el siglo XIII. Pertenecía a la casta de las Beguinas,
asociación de mujeres cristianas, laicas, sin jerarquía. A la vez contemplativas y activas,
dedicaban su vida a la ayuda a los desamparados, enfermos, mujeres, niños y ancianos,
pero también a labores intelectuales, ya que poseían una elevada cultura religiosa
y literaria integrada en su vida y en su experiencia espiritual, fuera de los claustros,
sin reglas ni votos. Poseían un gran conocimiento de la Biblia, de la liturgia y de los clásicos.
Para sus poemas se inspiran en la vertiente del amor cortés.

Ilustración de Irina Karkabi

Por tristes que estén la estación y los pájaros,
no ha de estarlo el corazón noble.
Pero quien quiera afrontar las penas del Amor
sólo debe aprender
dulzura y crueldad, alegría y dolor,

para hacer del Amor servicio.

Las elevadas almas que en el Amor crecieron,
las capaces de amar en la penuria,
deben ser siempre fuertes y atrevidas,
dispuestas a aceptar consuelo o aflicciones

que el Amor les reserve.

Los caminos del Amor son inauditos,
como bien sabe aquél que los transita;
turban de pronto al corazón resuelto,

hacen esfuerzo de la fidelidad.

Aquel a quien Amor toca al fondo del alma

conocerá las horas desoladas.
A veces, ardoroso, a veces frío,
a veces, tímido, a veces, tan audaz;

muchos son los antojos del Amor.

Pero a cada momento nos recuerda
nuestra grandiosa deuda con su alto poder.

Nos atrae y nos reclama para Él solo.
A veces, gentil, a veces, terrible,
tan próximo ahora, tan lejano después;
aunque quien lo conoce y se confía,

siente por ello el gozo más supremo.

¡Cómo Amor abraza y golpea, simultáneo!
A veces, humillado, a veces, ciego,
oculto ahora, revelado después.

Para que un solo día Amor nos colme,
hay que afrontar el riesgo y la aventura,
hasta alcanzar el punto de deleite, 

la más excelsa esencia del Amor.

A veces, grácil, a veces, importuno,
oscuro ahora, despejado después;
en la serena paz, en la asfixiante angustia,
tomando y recibiendo.
Es la vida de aquellos que se pierden

en los densos caminos del Amor.

  

Hadewijch de Amberes (Brabante, ff. s. XII - Nivelles, h. 1260)





jueves, 26 de noviembre de 2015

Luar (Luz de luna, a través de Mª Pilar Couceiro)

Anteanoche tuvimos la suerte de disfrutar de otro plenilunio... y con él llega un nuevo relato enviado por Piluka para celebrarlo...



Recién celebrada la fiesta de Santa Cecilia,
esta “luna llena” va especialmente dedicada
a mis compañeros de “Viva la Música”.



Música
 
Ana María Matute
(Barcelona, 1925-2014)
 
Las dos hijas del Gran Compositor -seis y siete años- estaban acostumbradas al silencio. En la casa no debía oírse ni un ruido, porque papá trabajaba. Andaban de puntillas, en zapatillas, y solo a ráfagas el silencio se rompía con las notas del piano de papá.
 
Y otra vez silencio.
 
Un día, la puerta del estudio quedó mal cerrada, y la más pequeña de las niñas se acercó sigilosamente a la rendija; pudo ver cómo papá, a ratos, se inclinaba sobre un papel y anotaba algo.
 
La niña más pequeña corrió entonces en busca de su hermana mayor. Y gritó, gritó por primera vez en tanto silencio:
 
-¡La música de papá, no te la creas...! ¡Se la inventa!





lunes, 16 de noviembre de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)



Con un fin de semana ajetreado, me ha sido imposible publicaros antes el poema que Piluka mandó el viernes dedicado a Fernando del Paso, el flamante Premio Cervantes 2015...


El recientísimo Premio Cervantes de este año es para este mexicano,

reconocido como uno de los grandes exponentes de la narrativa actual
de su país, pero además, dibuja, pinta, es académico y ejerce la diplomacia.
Con las prisas propias de la noticia (ayer), encuentro algún ejemplo de su
labor poética.
  

La rosa es una rosa es una rosa.
Tu boca es una rosa es una boca.
La rosa, roja y rosa, me provoca:
Se me antoja una boca temblorosa.

La roja, roja sangre rencorosa
de la rosa, que quema lo que toca,
de tu boca de rosa se desboca
y me moja la boca, ponzoñosa.

La pena, pena roja de mi vida,
de no vivir bebiendo ese lascivo
licor de boca rosa y llamarada,

rubor de rosa roja y encendida,
me ha dejado la boca al rojo vivo,
del rojo de una rosa descarnada.

Fernando del Paso (México, D. F., 1935), Sonetos con lugares comunes




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lunes, 9 de noviembre de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Para cerrar este fin de semana de puente madrileño, os recomiendo esta lectura de Huidobro que Piluka nos ha seleccionado... un placer disfrutar con la riqueza del idioma de este magnífico poeta...


El impulsor del Creacionismo, vector de poetas como los del Grupo del 27,
aporta a la poesía unos altos grados de musicalidad, jugando con elementos
fonéticos y neologismos atrevidos. A los amantes de la poesía contemporánea
os sugiero que leáis Altazor, un largo poema en siete cantos, donde la libertad
del idioma llega a límites increíbles. No me resisto a añadir al final de la página
un fragmento, acompañando al poema de hoy.

  

Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos creado sea,
Y el alma del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
Como recuerdo, en los museos;
Mas no por eso tenemos menos fuerza:
El vigor verdadero
Reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh Poetas!
Hacedla florecer en el poema ;

Sólo para nosotros
Viven todas las cosas bajo el Sol.

El Poeta es un pequeño Dios. 


Vicente Huidobro, (Santiago de Chile, 1893- Cartagena -Valparaíso_, 1948),  Arte poética


"The Grove", Alexandre Jansson


[...]
No hay tiempo que perder.
Ya viene la golondrina monotémpora.
Trae un acento antípoda de lejanías que se acercan.
Viene golondeando la golondrina.
Al horitaña de la montazonte
la violondrina y el goloncelo
descolgada esta mañana de la lunala.
Se acerca a todo galope.
Ya viene la golondrina.
Ya viene la golonfina.
Ya viene la golontrina.
Ya viene la goloncima.
Viene la golonchina.
Viene la golonclima.
Ya viene la golonrima.
Ya viene la golonrisa.
La golonniña.
La golongira.
La golonlira.
La golonbrisa.
La golonchilla.
Ya viene la golondía.
[...]

Vicente Huidobro, Altazor, canto III [fragmento]


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domingo, 1 de noviembre de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Piluka nos pide disculpas por el gazapo cometido la semana pasada... y yo con ella, porque con las prisas (llevo un par de semanas viviendo atropelladamente) no me leí la introducción y lo publiqué tal cual...
Pido disculpas por el feroz gazapo ortográfico que se coló la semana pasada:
haya (subjuntivo) por halla (indicativo)Maldito corrector (graciñas, primita).
Hace falta un estudio serio sobre predictivos.


Bueno, y después de la corrección toca disfrutar de la pasión y la fuerza de Licínia Quitéiro


No es fácil seguir la trayectoria de esta poetisa brasileira.
Sólo puedo deciros que es traductora y maestra. Y que me
agradó su manera de escribir.



Mírame, con los ojos cerrados por verme mejor.
Tócame, como si fuese barro y pudiera romperme.
Dime, suave, que aún no es el día en la casa del rezo.
Dame todas tus ropas. Te doy mi piel.
Fíngeme ser la madre y el padre y que yo soy el hijo.
Llévame a los confines ingratos de esta dura tierra.
Deja joyas, cuchillos, tramoyas del hambre.
Atrévete a cruzar el gran charco de engaños.
El mundo nos espera y nos recela.
Entre ir y quedarse, entre muertes y muertes, partamos.
Si estamos en vanguardia, volveremos,
pues la tierra es redonda para los que volamos.
Mírame, tócame, háblame, llévame
más allá de las púas, del miedo, a este país
a la izquierda, y se dice que es una mujer
y también es un hombre, y un niño deseado
que aún no vino al mundo.

Licínia Quitério (Río de Janeiro, 1940), Mírame con los ojos cerrados

Fotografía de Arman Zhenikeyev


Olha-me, de olhos fechados, para melhor me veres.
Toca-me, como se eu fosse de barro e pudesse quebrar.
Fala-me, baixinho, que ainda não é dia na casa de orações.
Dá-me o teu manto que eu dou-te a minha pele.
Pega-me, que tu és pai e mãe e eu sou filho.
Leva-me para longe desta terra ingrata.
Deixa as jóias, as facas, as máquinas da fome.
Atreve-te ao grande mar de enganos.
O mundo inteiro está à nossa espera e nos receia.
Entre o ir e ficar, entre a morte e a morte, vamos.
Se formos sempre em frente, voltaremos,
porque a Terra é redonda, sabem os voadores.
Olha-me, toca-me, fala-me, leva-me
para lá das farpas, para lá do medo, ao país
que restou e onde se diz haver uma mulher
e um homem e um filho desejado
por nascer.



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miércoles, 28 de octubre de 2015

Poema de viernes (a través de Mª Pilar Couceiro)

Esta semana regalo doble... comparto uno de los poemas de viernes de Piluka que tengo pendientes... en este caso un poema del gran Leopardi... disfrutadlo


Representante de la corriente romántica en Italia, Leopardi
ofrece siempre visiones refinadas, sublimes e inspiradoras,
las más veces teñidas de un pesimismo profundo, del que
halla consuelo en el culto de los héroes, a un pasado glorioso
y a la evocación de la naturaleza.



Cuando muchacho, vine
a estudiar disciplina con las Musas.
Una de ellas cogióme de la mano
y durante aquel día
en torno me condujo
para ver su oficina.

Me mostró uno por uno
los útiles del arte,
y el distinto servicio
para el que cada uno
se emplea en el trabajo
de la prosa y el verso.
Yo los miraba, y dije:

«Musa, ¿y la lima?» Y contestó la diosa:
«La lima se gastó; ya no la usamos».
Y yo: «Mas rehacerla
es preciso, ya que es tan necesaria» .
Y contestó: «Sí, pero falta tiempo».


Giacomo Leopardi (Recanati, 1798-Nápoles, 1837), Pasatiempo



Clio, Euterpe y Thalie, de Eustache Le Sueur




Canto XXXVI. Scherzo

Quando fanciullo io venni
A pormi con le Muse in disciplina,
L’una di quelle mi pigliò per mano;
E poi tutto quel giorno
La mi condusse intorno 5
A veder l’officina.

Mostrommi a parte a parte
Gli strumenti dell’arte,
E i servigi diversi
A che ciascun di loro 10
S’adopra nel lavoro
Delle prose e de’ versi.
Io mirava, e chiedea:

Musa, la lima ov’è? Disse la Dea:
La lima è consumata; or facciam senza. 15
Ed io, ma di rifarla
Non vi cal, soggiungea, quand’ella è stanca?
Rispose: hassi a rifar, ma il tempo manca.


Giacomo Leopardi (Recanati, 1798-Nápoles, 1837), Scherzo


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