Grifaldo Toledo, Jorge

domingo, 18 de septiembre de 2011

A la mañana siguiente...

Para Jesús, mis condolencias,
que me pidió un poema y no sabía dónde se metía...



A la mañana siguiente
me despertó un rumor de caracola y viento,
de ondina atrapada
en el vértice de un verso,
de comedia errante
buscando su risa,
buscando su llanto…



A la mañana siguiente
me despertó un susurro de besos futuros
de carcajadas enredadas
                        en las puntas de los dedos
de silencio expectante
                        buscando tus ojos
                                                buscando tus labios




A la mañana siguiente
seguía siendo yo,
pero todo era distinto


A la mañana siguiente…

1 comentario:

Begoña dijo...

Precioso, guapa, ya lo sabes.

Unn brindis por esas mañanas siguientes. Que cada una traiga una nueva sonrisa, un nuevo sueño, un nuevo beso, una nueva carcajada...y yo que lo vea.

Besitos