No era el momento ni era el lugar
pero ahí estaban mirándose a los ojos,
expectantes.
Pupila contra pupila,
vigilan la mirada del otro
buscando un mínimo gesto de anhelo contenido,
de rendición tardía,
de tiempo inconfesado entre renuncia y renuncia...
No era el momento ni era el lugar,
pero ahí estaban...
... ahí están.
1 comentario:
Qué poema más hermoso Carmen. A todos nos ha pasado, y hemos retenido, estos momentos en los que el instante se abraza con la eternidad. Un abrazo!!
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